17 dic 2007
entrenando
Entrenó hasta que su tiro fué preciso y veloz como ningún otro. Ahora sería capaz de enfrentarse a sus enemigos.
Durante semanas los acechó desde las sombras y una vez que supo cómo enfrentarse a cada uno, entabló combate.
Consiguió matar a todos los malvados, pero fue envenenado y murió casi a la vez, cerca de las montañas nubladas.
En la imagen se le ve entrenando con las estrellas y al fondo una de las montañas nubladas.
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1 comentario:
Me gusta ese árbol, me gusta la montaña nublada. Me gusta que el ladrón de "estrellas" subiera al cielo a devolverlas... O igual... por malo... subió (o bajo) al infierno y desde entonces... hay estrellas rojas en el cielo del infierno.
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